lunes, 21 de marzo de 2011

CARTA AL PUEBLO SABIO (la Veu de Abril 2011)

Queridos convecinos,

Este artículo será el último de la presente legislatura por lo que la próxima edición de la Veu aparecerá tras las elecciones de Mayo. Nosotros los de Transparència no caeremos en los errores de algunos grupos con escaso señorío que aprovechan cualquier acto público para promocionarse de manera impúdica. Los ejemplos son recientes y están en la mente de todos, por lo que no vale la pena ni tan siquiera prestarles más atención que la de un simple reproche.

En Transparència tenemos la convicción que cada ciudadano está dotado de una inteligencia autónoma y sabrá discriminar las conductas de aquellos que se han dedicado a trabajar en la gestión de su municipio en una época especialmente dura y difícil, de otras más propias de embaucadores o encantadores de serpientes que tratan de llamar la atención con contorneos vacuos pero que tras su superficialidad no tienen otra esencia que la de tratantes de ganado desdentado.

Este comentario podría parecer duro a priori, pero podemos fundamentarlo con razones de peso. Aunque dos son los grupos que se encuentran en la oposición, ambos se han manifestado al unísono, siempre reclamando mayores dispendios de dinero público en aras de actividades que distan de ser prioridades relacionadas con la precaria situación actual, es decir para los peor lo pasan, sin embargo, reclaman una administración más rigurosa.

Analicemos por separado ambos partidos, el de alcance local que gobernó largo tiempo este municipio se ha caracterizado por lanzar continuas acusaciones que jamás pudo probar, alentaron sueños de grandeza con macro instalaciones que hemos tenido que costear entre todos con enorme sacrificio y no van más allá de aparentar una tienda vacía con un magnifico escaparate que tan solo deslumbra a quien no los conoce.

El otro partido envalentonado por haber alcanzado el gobierno de la Generalitat tendrá mucho trabajo para explicar su propia descomposición interna y sobre todo para contar a sus boquiabiertos votantes como consensuarán la política del tijeretazo que aplican sus dirigentes en el Parlament, con todas las promesas que realizaran tan ávidos de poder como se muestran, cuando todo lo que se ha visto en estos meses de gobierno autonómico es su firme propósito de querer desmantelar el estado del bienestar.

Su plan de recortes sociales no tiene parangón y se fundamenta en el castigo a los más débiles, alcanzando a los departamentos de Salud, dejando en suspenso la construcción de siete hospitales, recortes en Educación desde colegios, institutos a universidades, en Bienestar Social se demora el despliegue de la Ley de la Dependencia, 54000 personas con dependencia severa esperan respuesta, en seguridad reduciendo el despliegue de Mossos, en Infraestructuras…

En Transparència creemos que se debe plantear la salida de la crisis generando confianza, desde la perspectiva de crear riqueza con una buena gestión política y no basarse únicamente en los recortes que llevaran a Castellbisbal a una situación de colapso, porque no olvidemos que ese partido ni tan siquiera es asambleario y debe guardar la obediencia debida a unos designios, los cuales, digan lo que digan, tienen las directrices muy bien definidas desde su sede en la calle Córcega de Barcelona.

Con estas pequeñas reflexiones dirigidas a un pueblo que sabemos que es sabio y que sabrá juzgar todo el ingente trabajo desplegado por este humilde partido, realizado eso sí, con enorme rigor e ingentes dosis de ilusión, nos despedimos confiando en reencontrarnos en la edición de Junio, con un cálido hasta pronto.

Salud y pueblo.

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